Progresión de la dieta hospitalaria
Es la adaptación de la dieta
considerando las características específicas del paciente respecto a su estado
de salud y el de su patología. Su objetivo es la recuperación de la normalidad
metabólica de manera paulatina.
La primera fase de esta progresión
es la dieta de líquidos claros que se detalla a continuación.
Es una dieta de transición,
entre el ayuno y el inicio de la alimentación. Nutricionalmente hablando, se
considera inadecuada ya que tiene un poco aporte calórico, por lo que debe ser
consumida sólo entre 24 a 48 hrs.
Se considera de fácil
digestión, no cuenta con alimentos sólidos y puede ser fría. Generalmente se
fracciona de 3 a 5 tomas.
Regularmente es indicada en
los siguientes casos:
* En etapa pre y post
operatoria.
* Por exámenes de colonoscopía
y otras pruebas diagnósticas.
* Por pruebas de gabinete que
requieren reducción de materia fecal.
* Por condiciones agudas de
disturbios gastrointestinales obstructivas e inflamatorias.
* En etapa inicial de la
transición de la alimentación parenteral a enteral.
* Por intolerancia a la
alimentación sólida o trastornos de deglución, como estenosis de esófago
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